Claves del análisis de la Telemedicina en la actualidad
- La teleasistencia o telesalud ya formaban parte de nuestra sociedad, pero con la crisis derivada de la COVID-19, estos métodos se han implementado y fortalecido. Cada vez son más las personas a favor de utilizar métodos virtuales para su salud, ya sea desde una consulta rutinaria hasta el registro de recetas electrónicas. Además, la telemedicina no solo beneficia a los pacientes, sino que también aporta grandes ventajas a los profesionales en la optimización de recursos.
- Estos métodos son posibles gracias a una serie de tecnologías que ayudan en la implementación y desarrollo de nuevas herramientas de telemedicina como, por ejemplo, el uso de la inteligencia artificial. Además, la generalización del smartphone en sus diferentes potencialidades (teléfono, aplicaciones, correo electrónico, videos o mensajes) supone una auténtica revolución en la comunicación entre pacientes y sistema sanitario.
Situación actual y previsión de la Telemedicina
Según los resultados presentados por una encuesta realizada por la consultora PwC a nivel mundial en enero de 2021, gran parte de los usuarios que durante la pandemia se vieron obligados a optar por los métodos de teleasistencia, han afirmado que seguirán manteniendo dicha práctica. Además, el método online o virtual de teleasistencia que mayor aceptación ha tenido es el de la videollamada.
Los resultados obtenidos en una encuesta a 2.000 adultos en Estados Unidos realizada por Sykes en marzo de 2021, indicaban que casi el doble de personas encuestadas tuvo una visita médica virtual en comparación con períodos anteriores validando así la gran influencia de la pandemia de COVID-19 a la hora de consolidar la telemedicina, a través del cambio en el grado de uso de esta alternativa.
A nivel europeo, los españoles son los que muestran una mayor aceptación del sistema sanitario virtual. Según el informe “Stada Health Report 2021” en el que se encuestó a 30.000 personas de 15 países de la UE, cerca del 82% de los españoles encuestados afirmaron que, en caso de tener enfermedades leves o no muy graves, estaban dispuestos a ser atendidos a través de un método virtual.
Centrando el dato en España y en el aumento exponencial de la telemedicina a raíz de la COVID-19, las comunidades autónomas que más están utilizando este servicio son Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid. No obstante, las regiones donde más creció el uso de la telemedicina durante la pandemia fueron Cantabria, con un incremento del 390%, seguida de la Rioja, con un 300% y Galicia, con un 202%. Los datos demuestran cómo el mundo sanitario se estaría adaptando a una sociedad plenamente conectada.
Las herramientas digitales facilitaron la función de reorganizar la actividad para hacer frente a la pandemia. Además, los usuarios utilizaron la teleconsulta en varias especialidades, tal y como afirmó Aegon en su III edición del Estudio de Salud y Estilo de Vida de 2020 que, a pesar de que el principal uso de la telemedicina ha sido para consultas con el médico de cabecera (73%) y consultas de información médica (15%), también se ha utilizado en especialidades como dermatología (7%), pediatría (7%), gastroenterología (6%), ginecología (6%) y asistencia psicológica (5%).
Con respecto al volumen de mercado de la telemedicina, el informe realizado por Deloitte, “Predicciones, Tecnologías, Medios y Telecomunicaciones (TMT)”, indicó que, en 2021, se superaron los “400 millones de visitas online a nivel mundial”, dato que multiplicó por cinco los valores de 2019 y se tradujo en más de 25.000 millones de facturación. Por su parte, La firma de investigación de mercados Vantage augura un volumen de negocio de 200.530 millones de dólares en el ejercicio 2028.
Los beneficios e inconvenientes de la Telemedicina
La telemedicina es un término general que abarca todas las formas en las que el paciente y el médico usan la tecnología para comunicarse sin necesidad de estar en la misma habitación. Esta manera de relacionarse ha permitido mejorar el nivel de comunicación entre los profesionales sanitarios y los pacientes, a través de llamadas telefónicas, videollamadas y envío de correos electrónicos.
Esta tipología de atención médica permite a los profesionales ofrecer asistencia no solo a pacientes enfermos, sino que entiende la prevención y el acompañamiento como claves para la salud, ayudando a los pacientes a controlar y mejorar su bienestar.
Además, gracias a la aplicación de nuevas tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial, el internet de las cosas o la realidad virtual; la telemedicina es capaz de monitorizar al paciente y recopilar grandes cantidades de datos.
Muchas de las visitas al médico de familia implican desplazamientos innecesarios del paciente a la consulta, a lo que a menudo se le suma tomarse medio día libre de trabajo. Por ejemplo, para hacer el seguimiento y conocer resultados de una prueba o analítica no es necesario que el paciente se desplace a la consulta, sino que resulta más efectivo y eficiente hacerlo a través de una llamada. Este método ayuda a prevenir el colapso de los centros de salud, acortar los plazos de las listas de espera y ofrecer un ahorro económico al sistema. De este modo, se optimiza la atención sanitaria porque mejora los tiempos de respuesta y de recursos y brinda comodidad al paciente.
Tal y como indican Vicent, de Dueñas, Escrig & Piqueres, R. F. en su artículo sobre el valor de la innovación en la atención asistencial, entre los beneficios clínicos derivados de la telemedicina se encuentra una mayor accesibilidad de los pacientes a los profesionales sanitarios. Esto es especialmente relevante para la población que habita en zonas rurales o con dificultades para acceder al hospital, facilitando el acceso de forma segura y eficiente para el paciente y el profesional sanitario, siempre y cuando la exploración física completa no sea una necesidad. Este también es el caso de personas con enfermedades crónicas, quienes necesitan de una vigilancia continua de su salud y a los que la telemedicina puede ofrecer un seguimiento exhaustivo y, además, sin riesgo a la contracción de enfermedades en el hospital. La telemedicina no solo puede favorecer la seguridad de los pacientes, también de los profesionales, reduciendo exposición de estos a enfermedades infecciosas llevando un control de sus pacientes sin estar físicamente juntos.
Del mismo modo, conviene mencionar de nuevo la encuesta realizada por Sykes en relación con un estudio llevado a cabo por SingleCare, en el que interrogó a 1.700 adultos de Estados Unidos en enero de 2021 para conocer cuál de los beneficios planteados por la medicina era el que más valoraban. De entre los ocho beneficios planteados, los usuarios afirmaron de manera rotunda que, gracias a este método, los procesos médicos han sido mucho más sencillos y fáciles. Además, un alto porcentaje (74%), considera que la telemedicina les ha ayudado en el ahorro de tiempo, puesto que los tiempos de desplazamiento a hospitales y clínicas se han visto reducidos, así como los tiempos de espera para ser atendidos.
Otra ventaja de este servicio es la agilización de las demoras en diagnóstico y el inicio del tratamiento correspondiente, y consecuentemente reducir la posibilidad de complicaciones para el paciente. Por ejemplo, el seguimiento de pacientes a través de teleconsulta puede ayudar a una detección temprana de las denominadas “enfermedades silenciosas”, aquellas que no generan síntomas hasta que el cuadro clínico se vuelve irreversible.
A pesar de la evidencia de su utilidad en distintos campos y sus importantes beneficios socioeconómicos para pacientes, familias, profesionales de la salud y sistema sanitario, en este momento, la telemedicina trae consigo algunas desventajas.
Por un lado, hay aspectos sanitarios, como ciertos tratamientos y revisiones en profundidad para los que es imprescindible una exploración presencial, con la que podamos evaluar el estado de salud del paciente y emitir un diagnóstico exhaustivo y seguro. En este caso, el abuso de la telemedicina puede asumir el riesgo de contar con exploraciones física menos de la cuenta.
Por otro, existe la necesidad de inversión en infraestructura, dispositivos tecnológicos y software para soportar una adecuada implantación de la telemedicina a gran escala. Sin embargo, esta inversión tiene un retorno inmediato, por lo que los recursos destinados a estos equipamientos se amortizarán.
Además, existe una brecha digital y falta de adaptación a las Tecnologías de la Información y Comunicación tanto en los pacientes como en los distintos profesionales y centros sanitarios. Esto genera una posible falta de confianza entre las partes involucradas, tanto en el modo de desempeñar la teleconsulta así como en decidir en qué momento se acude a ella. Del mismo modo, también existen preocupaciones y riesgos en el terreno de la privacidad y la seguridad de los datos médicos. Por tanto, es necesario reforzar las medidas de ciberseguridad y la preparación en dicha materia por parte del personal sanitario.
Finalmente, a pesar de que los gobiernos e instituciones públicas están desarrollando sus servicios de telemedicina para que puedan ser cada vez más las personas aquellas con acceso a estas alternativas, las barreras financieras o regulatorias de cada país en particular siguen presentando dificultad ante estos servicios.
Tecnologías empleadas en la Telemedicina
Son muchos los casos de aplicación de la telemedicina, desde la posibilidad de establecer una consulta rutinaria con el médico de cabecera, hasta poder acceder a historiales médicos y transferir la información a especialistas.
Considerando la telemedicina como tendencia al alza, los profesionales buscan herramientas y tecnologías innovadoras para poder ofrecer servicios de mayor calidad y que se adapten a las necesidades de los pacientes.
Existe una gran variedad de tecnologías disruptivas que hacen posible o facilitan todavía más el uso de la teleasistencia. A pesar de que actualmente se están desarrollando nuevas herramientas, muchas de ellas sin estar presentes en el mercado de forma extendida, conviene señalar las más utilizadas o demandadas por este método.
Internet de las Cosas
En primer lugar, encontramos el Internet de las Cosas (IoT, del inglés Internet of Things). Esta tecnología permite a un gran número de dispositivos médicos conectarse al mismo tiempo a un servidor. Además, “permite utilizar datos en tiempo real con el fin de habilitar una asistencia sanitaria a distancia de alta calidad”. Algunos de los casos de aplicación del IoT en servicios de telemedicina son, por ejemplo:
- La posibilidad de medir parámetros médicos y que el profesional sanitario disponga de ellos de manera instantánea, teniéndole siempre informado y así evitar situaciones de riesgo innecesarias.
- La posibilidad que tienen los profesionales de introducir recetas médicas en el historial de sus pacientes y que al instante tengan acceso las farmacias u otros servicios especialistas.
Inteligencia Artificial y Big Data
La Inteligencia Artificial (IA) tiene numerosas aplicaciones en la telemedicina. La gran mayoría de apps de telemedicina utilizan algoritmos basados en IA con el objetivo de ofrecer al paciente unos servicios más personalizados, teniendo en cuenta sus necesidades o incluso llegar a anticiparse a ellas.
Además, la IA permite introducir nuevas capacidades con respecto a la medicina tradicional como:
- La elaboración dinámica del historial del paciente en función de sus respuestas
- La generación automática de recordatorios para tomas de medicamentos
- Pruebas médicas para los pacientes
Todo ello basándose en los datos de monitorización personal.
Otra ventaja de gran impacto de introducir la IA en la salud es su aplicación conjunta con herramientas de Big Data. Esto puede generar gran valor para la salud puesto que las herramientas de Big Data permiten otorgar capacidad de administración y transferencia de grandes cantidades de datos entre diferentes dispositivos. El procesamiento, clasificación, organización y uso de datos de manera inteligente a través de la analítica de datos y modelos predictivos puede facilitar considerablemente el diagnóstico de muchas enfermedades.
Robots de telesalud
Los robots tienen numerosos casos de uso en este ámbito, ya sea para la monitorización remota de pacientes o la ayuda en una operación a distancia. Hay que tener en cuenta que la robótica suele combinarse con tecnologías como la IA, para obtener así robots que puedan tomar decisiones por sí mismos y sean totalmente autónomos e independientes.
No obstante, a dichos robots ‘autónomos’ suelen delegarse tareas que no impliquen una gran complejidad con respecto al paciente. En la actualidad, mientras los robots hacen tareas repetitivas y fácilmente optimizables, los profesionales pueden invertir su tiempo en actividades de mayor importancia y necesidad.
Es muy interesante la labor de apoyo que estos robots pueden ofrecer en entornos rurales y zonas de difícil acceso, facilitando el trabajo de los profesionales sanitarios, y, en ocasiones, llegando a relevarlos y permitiendo la interacción remota entre facultativo y paciente.
Realidad Virtual y Realidad Aumentada
Ambas herramientas se pueden combinar entre sí con el objetivo de facilitar el trabajo a los sanitarios y la vida al paciente. Uno de los casos de aplicación más frecuentes de la realidad aumentada (RA) es en el diagnóstico y evaluación de los pacientes, puesto que los médicos a través de la RA pueden ver con mayor claridad una parte del cuerpo del paciente y realizar un mejor diagnóstico, evitando errores y pruebas innecesarias.
Por otra parte, dichas tecnologías tienen una clara vocación de formación. Gracias a la realidad virtual (RV) se pueden hacer simulaciones de operaciones complejas o tratamientos experimentales sin necesidad de sufrir ningún riesgo, ni por parte del profesional ni del paciente.
Estas herramientas tienen una infinidad de aplicaciones, desde modelos 3D en operaciones, hasta gafas de RV para las consultas a distancia.
Un ejemplo de su aplicación ha sido en el Reino Unido, donde hospitales del NHS utilizan la plataforma Virti para ayudar a los pacientes en servicios de salud mental. Dicha aplicación sumerge a los usuarios en entornos particulares y luego evalúa cómo responden al estrés, con el objetivo de reducir la ansiedad.
Casos de éxito en la Telemedicina
Diferentes hubs de innovación han visto cómo ha aumentado el número de startups relacionadas con la HealthTech y han puesto de relieve la posibilidad de ofrecer nuevos casos de uso a través de la telemedicina.
Fintech/Insurtech Galaxy es el radar de startups financieras y de seguros de España, creado por Innsomnia, que, por un lado, indica que el 20% de las soluciones tecnológicas que monitoriza son ya de proyectos piloto relacionados con la salud; y por otro, que los datos de inversión en proyectos de eHealth y Wellness registrados hasta 2020 han contado con más de 100.000 millones de euros de inversión acumulada destinada a un conjunto de 400 empresas.
Entre estas empresas punteras en nuestro país en el ámbito de la telemedicina destacan las siguientes:
- Trak: ofrece una solución que mejora el proceso de rehabilitación del paciente mediante IA; asistiéndole en su recuperación, corrigiendo el ejercicio terapéutico y obteniendo métricas de su evolución que permiten una completa monitorización por parte de los centros hospitalarios, médicos y fisioterapeutas. Esta startup trabaja, desde 2021, con el grupo Rivera Salud, gracias al programa Lanzadera Corporate, y con el Hospital Asunción, a través de Kunsen.
- Koa Health: ofrece soluciones digitales para el bienestar mental basadas en la terapia cognitivo-conductual. Están asociados con Janssen para la investigación del uso de la terapia cognitivo-conductual digital para pacientes que no responden al tratamiento convencional. Colaboran con el Hospital General de Massachusetts, el Servicio Nacional de Salud británico, la London School of Economics o el Center for Brain and Cognition de la Universitat Pompeu Fabra.
- MediQuo: Enfocado a médicos de clínicas y consultas privadas, permite ponerles en contacto con los pacientes a través de una aplicación en donde se les ofrece chat, videollamada y pasarela de pago en una única plataforma, válida también para expedir recetas electrónicas. A mediados del año pasado ya declaraban aglutinar a más de 2.000 profesionales de toda España, atendiendo una media de 4.000 consultas diarias, y su propósito era cerrar el año 2021 alcanzando la cifra de los 10.000 facultativos.
La telemedicina no viene a sustituir la visita médica, sino a complementarla y beneficiar a pacientes, profesionales y al sistema sanitario, en general. No obstante, su integral implantación requerirá de un cambio cultural y del modelo relación médico/paciente en este sector con su correspondiente tiempo de adaptación y, muy probablemente, cambio generacional.
A pesar de que el sector privado está más avanzado en este ámbito, habiendo ya introducido o con intención de incorporar servicios de telesalud a su porfolio, las autoridades deberían no solo fomentar más su uso (debido a sus buenos resultados), sino también afrontar el reto de desarrollar la legislación adecuada, tanto en materia de límites como de protección al paciente, puesto que la telemedicina ha llegado para quedarse.